Desde
siempre el ser humano manifestó una necesidad por comunicarse con
los demás, siendo el lenguaje
un
elemento inherente a nuestra naturaleza.
Se
ha supuesto, que los hombres empezaron por imitar los sonidos que
oían en los animales, o a lanzar gritos emocionales instintivo o
cantos de sincronización al trabajar en equipo, más
o
menos como los remeros del Volga, y todo esto dio origen al lenguaje.
Engels,
en su "Dialéctica de la naturaleza" dice: "... los
hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad
de decirse algo los unos a los otros. La necesidad creó el órgano.
La laringe poco desarrollada del mono se fue transformando...
mientras los órganos de la boca aprendían a pronunciar un sonido
tras otro."
En
primer lugar, notemos que los lenguajes escritos más antiguos que
nos han llegado suelen ser los más difíciles y complicados. Es de
todos conocido que el griego clásico es más difícil que el griego
moderno; el latín más que el castellano, el francés o el inglés,
y el chino antiguo mucho más que el chino moderno. Incluso, si
comparamos. los más antiguos entre sí, resulta que el griego
clásico, anterior 600 años al latín, era más complicado que éste,
y si nos remontamos al Sánscrito Veda (1.500 a.C.) la dificultad es
increíblemente superior, ya que, por ejemplo, cada verbo poseía 500
partes (compárese con el inglés, en él que cada verbo solo posee 5
partes). ¿Qué nos viene a decir este hecho?
La
escritura abarca muchas culturas,
muchos idiomas y prácticamente todos los periodos del desarrollo
humano, es así como se explica la historia del hombre, ya que los
acontecimientos más importantes, eran plasmados sobre el papel, los
papiros, muros, rocas, etc. para dejar constancia de lo sucedido,
además, las culturas del mundo han tratado de establecer un común
denominador que unifique las ideas, tal como lo refiere Porrini:
“Según David Olson, el advenimiento de la escritura permitió
establecer un paradigma o “corpus de creencias” de vida para los
hombres, es decir, algo compartido por toda la sociedad, es decir,
una comunidad que comparte un conjunto de discursos textuales
funcionales para su desarrollo social.”
Esto
explica que el hombre siempre se mantuvo en constante búsqueda de
progreso, en el intercambio de ideas, pensamientos y
retroalimentación de los conocimientos, haciendo de la escritura y
el uso del lenguaje,
un proceso recíproco, que generó un impacto significativo en la
comunicación humana.
La
oscura incógnita que se cierne en nuestros días sobre el tema de
los orígenes de las lenguas, este verdadero enigma que ha hecho
abandonar la toalla a numerosos investigadores, se ha producido y se
continúa manteniendo como consecuencia del fracaso de arqueólogos,
lingüistas y antropólogos, al pretender obstinadamente explicar
este origen, en términos evolucionistas. Por ahora solo podemos
afirmar que el lenguaje es un don que heredamos de nuestra cultura
y
nos permite relacionarnos y vivir en sociedad.
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