
Una cita es una forma de
referencia breve, colocada entre paréntesis dentro de un texto, o añadida al
final del mismo como nota al pie de página, al final del capítulo o al final de
la obra completa y su función es identificar la publicación de la que se ha
extraído la frase citada al pie de la letra.
Es corriente encontrarse
trabajos de investigación, tareas de clase etc., sin ninguna cita o referencia
bibliográfica que nos indique de dónde ha extraído la información el autor.
Muchas personas consideran que el citar autores demostraría que su texto no es
totalmente original, restando, (según su punto de vista), mérito a su trabajo.
Nada más lejos de la realidad. Un buen trabajo científico es aquel que se
encuentra bien documentado.
Un correcto uso de las
citas, y la inclusión de las referencias bibliográficas, (más conocidas como
bibliografía al final del trabajo), demuestran no sólo la honradez de la persona
en reconocer que el trabajo no ha salido de su mente, si no también que esa
persona se ha documentado, ha leído las principales aportaciones anteriores de
personas mejores conocedores del tema, y que por tanto el documento ha sido
sometido a un cuidado estudio.
Además hay otros motivos que
hacen de la referencia bibliográfica un elemento imprescindible son, el dar a
conocer trabajos previamente publicados que sirven de apoyatura a las
informaciones, tesis, teorías etc. que mantenemos. Así mismo otorga fiabilidad
a nuestro trabajo documentado el origen de las afirmaciones y contenidos y
permitiendo su verificación. De igual modo, es importante citar pues ayuda a reconocer
los méritos ajenos impidiendo el plagio y permite al lector ampliar
determinados apartados del trabajo.
Para realizar toda
investigación académica, uno de los primeros pasos consiste en seleccionar las
fuentes documentales, en las diferentes unidades y medios de información
(bibliotecas, archivos, centros de documentación, recursos electrónicos, Web,
etc.) Para que una investigación pueda recibir el calificativo de científica,
es menester, reconocer a los autores de las fuentes, a través de las citas y
las referencias bibliográficas, de la información utilizada.
La cita ofrece información
sobre el autor y año de publicación, se exige que las referencias
bibliográficas de las citas en todos los artículos se incluyan al final del
artículo ordenadas alfabéticamente.
Las normas convencionales y
éticas, y también las de la APA, señalan que todo lo que no sea propio de los
investigadores debe ser citado, señalando al autor (o autores) y el año de la
obra revisada, el que debe coincidir exactamente con la obra que aparece en las
referencias.
Hay dos formas de realizar
una cita dependiendo de lo que se quiera enfatizar con ella. En el primer caso,
se hace un énfasis al autor cuando
lo que se quiere citar o resaltar es el pensamiento o la posición específica de
alguien sobre algún tema. En las citas basadas en el texto se quiere hacer referencia a una frase o
teoría específica en donde el autor tiene un papel secundario.
Así pues entendemos porqué
resulta tan importante citar, en tanto ello nos permite darle un carácter de
credibilidad y fiabilidad a lo que hemos escrito, así como reconocer el trabajo
que otros han hecho sobre el tema que estamos tratando.
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